La finalidad del presente ensayo se centraba de manera inicial, en la realización de un análisis comparativo entre los planes estratégicos y políticas culturales adoptadas por dos comunidades autónomas limítrofes que son Navarra y La Rioja.

La finalidad del presente ensayo se centraba de manera inicial, en la realización de un análisis comparativo entre los planes estratégicos y políticas culturales adoptadas por dos comunidades autónomas limítrofes que son Navarra y La Rioja. Sin embargo, a la hora de comenzar dicho análisis reparamos en la inexistencia de un plan estratégico en torno a la cultura por parte del gobierno riojano que choca frontalmente con la manera en la que el gobierno navarro observa y valora la importancia de afrontar la cultura como un método de desarrollo fundamental para una ciudadanía activa e implicada en el desarrollo y participación de sus acciones culturales.

La decisión que me conduce a decantarme por este análisis parte de mi experiencia como agente cultural en Logroño desde hace más de una década, como programadora y directora de una asociación cultural y la escasez de apoyo que este tipo de iniciativas reciben por parte de la administración, mientras observamos cómo en comunidades vecinas, con enorme influencia en la sociedad riojana, como es el caso de la sociedad navarra, este tipo de aspecto distan mucho de nuestra realidad.

La razón para centrarme en planes estratégicos de una comunidad y no en el de un municipio atienden a la razón de que las capitales de provincia de las comunidades analizadas no tienen la suficiente población para sostener, por sí mismas, un marco de políticas de este calibre, además de compartir un territorio muy similar en cuanto a paisaje, la meteorología, el modo de vida e incluso la influencia cultural y social del País Vasco, fronteriza con ambas.

En el caso de La Rioja, cabe destacar que, a partir de finales del mes de agosto de 2019, esta  joven comunidad comenzó una nueva andadura política con la entrada al gobierno de una coalición entre PSOE, Unidas Podemos y Partido riojano que daban por finalizados 24 años ininterrumpidos de gobiernos del PP en esta pequeña comunidad autónoma.

A diferencia del partido que ha ocupado todos estos años el poder, dos de los partidos entrantes reservaban un lugar importante para la cultura en sus programas electorales, en el caso del PSOE se contempla como segundo punto de este epígrafe la creación de un Plan Estratégico cultural, mientras que el programa de Unidas Podemos reúne 22 puntos en torno a objetivos planteados para reforzar la cultura riojana entre los que podemos destacar ‘el reconocimiento profesional de los y las técnicos de gestión cultural con aporte de recursos suficientes para poder desarrollar su actividad en servicio de una cultura en contacto con la sociedad riojana’ además de la ‘creación de un mapa de recursos, infraestructuras y bienes de interés cultural que ayude a la definición futura de las políticas culturales, recogiendo tanto patrimonio material como inmaterial y que esté desarrollado de forma participativa por instituciones, profesionales y personas vinculadas a la creación, estudio y divulgación’ entre otras cuestiones. A menos de medio año en el poder, es lógico pensar que todavía esta nueva ejecutiva no ha tenido tiempo material para desarrollar un modelo de estrategias en este sentido, el tiempo lo dirá.

De cualquier forma, observando las buenas prácticas desarrolladas por los vecinos navarros, queda patente que sería interesante tomar como ejemplo de partida las estrategias y políticas desarrolladas a favor del fortalecimiento de la cultura identitaria de esta región.

Y centrándonos en Navarra, y en la vigencia actual de su Plan Estratégico de Cultura de Navarra 2017-2023 promovido por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra, en colaboración con el Consejo Navarro de Cultura, procederemos a conocer la naturaleza y objetivos del mismo partiendo de la forma en la que fue ideado y desarrollado por las personas y entidades que lo han hecho posible.

Desde el propio título del Plan a estudio nos sorprende, de antemano, la presencia de un ‘Consejo Navarro de Cultura’ que aparece diferenciado de la propia Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra. Adentrándonos en la historia de este organismo nos acercamos a sus comienzos recogidos en el Decreto Foral 241/1984, de 21 de  noviembre, por el que se crea el Consejo Navarro de Cultura hace más de 30 años, en 1985. Dicho consejo está formado por un máximo de 20 profesionales, nombrados a tenor de su prestigio y experiencia en los distintos campos artísticos y culturales, respondiendo así a las necesidades de su ciudadanía, como podemos observar en lo recogido en el preámbulo del Decreto foral que acogió la creación de este organismo:

‘Los poderes públicos deben afrontar su responsabilidad ante el fenómeno cultural, de tal modo que, poniendo al servicio los instrumentos legales, materiales, administrativos propios de toda acción de gobierno, no se erijan en promotores exclusivos de la gestión cultural’ (Decreto foral 241/1984, 3).

Observamos como en esta primera parte del preámbulo se hace hincapié en la importancia de que los miembros del Consejo mantengan una ´voluntad de independencia’ en la gestión cultural que no quede relegada a los planteamientos culturales de los poderes públicos. Se busca de esta manera, proteger la vida cultural y las políticas que la hacen posible, de cualquier cambio político que pueda darse durante la puesta en marcha y el desarrollo de las mismas, manteniendo su vigencia más allá de otros aspectos y garantizando su efectividad hacia la conclusión de los objetivos para las que fueron creadas.

‘Es preciso que además sepan acercarse a la sensibilidad de los ciudadanos y adopten una actitud de encuentro permanente con las necesidades culturales de éstos. Para ello es indispensable la creación de mecanismos de contacto e interrelación que permitan acercar la tarea administrativa a todos los ámbitos en que se manifieste la vida cultural y, a la inversa, hacer intervenir en la planificación cultural los criterios dé quienes, por su experiencia, su saber o su participación directa en la vida intelectual y artística, están capacitados para ello’ (Decreto foral 241/1984, 3).

En esta otra parte del preámbulo queda patente la importancia de la ‘interconexión’ bilateral entre los miembros de dicho consejo y la ciudadanía, de manera que se tenga siempre presente la opinión y sensibilidad de esta última fomentando su participación activa y su desarrollo como parte fundamental de la creación de políticas culturales y no solo como parte ‘receptora’ de las mismas. En la actualidad son 19 los miembros de dicha comisión, presidida por la Consejera de cultura y deporte Rebeca Esnaola Bermejo que operan como

De vuelta al Plan Estratégico de Cultura de Navarra 2017-2023 hemos podido detectar la manera  en la que se comenzó a elaborar, desde un borrador al que se podía acceder mediante la web de www.gobiernoabierto.navarra.es. En dicho espacio se invitaba a ‘todas las personas de Navarra que desearan contribuir con sus sugerencias y propuestas’ hasta una fecha determinada. En este sentido queda patente el fomento de la participación ante la elaboración de un plan inclusivo que  potencia el desarrollo de un debate común e integra la participación ciudadana en una clara intención de fomentar una identidad común, activa y colaborativa que implique a todos y cada uno de los individuos que hacen posible la comunidad.

La implicación de la ciudadanía es vista y defendida como ‘un eje prioritario de la política cultural de Navarra’ que para la ocasión permitió ‘recoger un total de 601 aportaciones’ de los agentes culturales y artísticos que quisieron participar con su experiencia y conocimientos en las distintas disciplinas que hacen posible la cultura, además de la ciudadanía que respondió a la llamada de manera activa. Observamos así aspectos como la cooperación que funciona como base fundamental de una reflexión común y de consenso, haciendo reparto de la responsabilidad de un documento común que aúna a todos en la consecución del mismo. Durante la elaboración, además de la Dirección General de Cultura y el Consejo Navarro de Cultura, se contó con la asistencia del grupo consultor Ikertalde, que fue la empresa que resultó ganadora tras un proceso de concurso que recogía propuestas para apoyar y fortalecer la labor de los implicados.

La parte inicial fue la más exhaustiva en su desarrollo y necesitó de más tiempo y dedicación puesto que estuvo basada en la elaboración de un diagnóstico que partía de una serie de fuentes obtenidas de anteriores aportaciones, recogidas en un Plan de participación vinculado a la Dirección General de Cultura 2016- 2019, unido esto a una serie de pre-diagnósticos fruto de distintas reuniones de los miembros del Consejo Navarro de la Cultura se obtienen una serie de datos fundamentales.

En esta fase inicial también se tuvieron en cuenta las diferentes aportaciones de varios grupos de trabajo llevados a cabo por los miembros directivos y técnicos de la Dirección General de Cultura que aportaron memorias e informes anteriores obteniendo entre todos un conglomerado de datos coherentes recopilados desde los distintos sectores que nutren la realidad cultural y creativa de Navarra.

El Plan Estratégico de Cultura de Navarra presenta unos objetivos que se basan en detectar las necesidades culturales de la sociedad navarra, fijando los parámetros de una política cultural a medio y largo plazo que integren tradición y contemporaneidad en pro de una evolución que sea evidente con el paso de los años. Partiendo de las acciones ya emprendidas en ejercicios anteriores se busca la comunión del mundo rural y urbano impulsando nuevas oportunidades para la creación con una garantía de continuidad.

La construcción del PECN se ha desarrollado en cuatro fases de trabajo: En las dos primeras, se abordaron la definición de objetivos, las líneas estratégicas, la metodología del Plan y el diagnóstico de los sectores culturales y creativos de Navarra. En la Fase III se acometió el proceso de aportaciones y para su desarrollo se celebraron mesas ciudadanas de trabajo transversales y territoriales.

La Fase IV se destinó a la elaboración del borrador del Plan Estratégico de Cultura de Navarra (PECN), a la recogida de aportaciones de Gobierno Abierto y a la entrega del documento final PECN.

Previamente al proceso de construcción del Plan Estratégico de Cultura en Navarra 2017-2023, integrantes del Consejo Navarro de la Cultura elaboraron pre-diagnósticos sobre la situación actual y de los retos futuros de la cultura en Navarra, en sus diferentes subsectores y actividades. A estas reflexiones se sumaron las del Instituto Navarro de Estadística, de Euskarabidea, de la Sección de Recursos y Desarrollo Estratégico de la Dirección General de Cultura, del SICNA (Sistema de Información Cultural de Navarra), así como las más de 600 aportaciones del proceso de participación de la Dirección General de Cultura.

de todos los miembros que toman parte en el mismo  que lo toman como una guía durante un proceso temporal que, en este caso, se plantea con una duración de cuatro años.

En cuanto al proceso de elaboración de este plan estratégico se nos hacen saber las metodologías y las fases llevadas a cabo que se centran en los tres aspectos fundamentales basados en el diagnóstico, la propuesta (exposición) y la implementación (aprobación) y su puesta en marcha:

El objetivo fundamental centrado en la construcción de una Plan de Acción efectivo y colaborativo, incluye también la participación ciudadana que se recoge a partir de una serie de mesas de trabajo itinerantes por todo el territorio de la comunidad, además de la realización de distintos laboratorios centrados en la deliberación de personas expertas en distintos campos de la cultura y el arte y que dan como resultado una serie de imputs.

Los miembros de la Dirección General de Cultura y el Consejo Navarro recopilan los resultados y reflexiones para elaborar l lo que será un borrador del Plan Estratégico de cultura que se establece a partir de la siguiente clasificación:

· Políticas y coordinación institucional/sectorial Financiación y ayudas.

· Infraestructuras, recursos y espacios Personal y desarrollo profesional.

· Formación e investigación.

· Información/Comunicación/Difusión/Visibilidad/Puesta en valor Conexiones/Redes de colaboración/Hibridación.

· Oferta y demanda cultural.

Isabel Ribote

http://www.lexnavarra.navarra.es/detalle.asp?r=28727

http://psoelarioja.es/programa-autonomico-la-rioja-2019-2/

https://larioja.podemos.info/wp-content/uploads/sites/14/2019/05/CULTURA.pdfhttp://www.culturanavarra.es/imagenes/documentos/diagnostico-actual-de-la-situacion-de-las-areas-transversales-de-las-actividades-culturales-y-creativas-de-navarra-167-es.pdf